viernes, 9 de noviembre de 2012

Las bases para una política económica alternativa


Los gobiernos denominados progresistas continúan también aplicando políticas neoliberales, ya que están determinados por las imposiciones del mercado mundial de mercancías y capitales y por los precios marcados desde el exterior.
Los mercados producen que los estados corran el peligro de volverse cada vez más dependientes del exterior, provocando su debilidad interna destruyendo su economía interna y provocando conflictos sociales.
Este estado sólo es posible de cambiar a través de un fuerte proceso de transformación de las relaciones sociales y de las relaciones de poder con solidez en sus bases para que perdure en el tiempo.
A la vez, mientras este proceso no se produzca, esta dependencia del capital financiero internacional y de las normas que lo rigen actualmente, se pueden paliar a través de políticas de reforma que reduzcan la dependencia de empresas claves en el territorio nacional, para que se creen las condiciones de una reestructuración según los intereses nacionales.
Pero para encarar este tipo de políticas hace falta que los gobiernos denominados progresistas contengan un plan claro de cómo avanzar en este sentido y el valor para hacerlo, en lugar de ampararse en excusas para no llevar a cabo aquello que les define, sencillamente llevando a cabo nuevos enfoques que también pueden traer más, y sobre todo, mejores beneficios (calidad y no sólo cantidad).

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